Victoria Rada descubrió la magia
que poseían las joyas a muy temprana edad
que poseían las joyas a muy temprana edad
LA PASIÓN DE VICTORIA
Su historia se inicia cuando, en uno de sus cumpleaños, su abuela le regaló unas esmeraldas, las cuales decidió convertir en aretes con la ayuda de orfebres. El resultado cambió su forma de ver el mundo y definió su pasión por la joyería. Con su vocación descubierta, Victoria fue perfeccionando sus conocimientos llevando diversos cursos y talleres que la han ayudado a mejorar su propuesta artística.
Entregando lo
mejor de su arte
Tiempo después, el éxito de sus creaciones sorprendió a amigos y conocidos, desde entonces, los pedidos no pararon de llegar. Atenderlos fue el punto de partida para abrir su primer atelier. La magia que advirtió Victoria fue creciendo y hoy, desde su boutique en Miguel Dasso, sigue entregando lo mejor de su arte.
El viaje continúa
Para Victoria, el viaje continúa. La pasión que ella siente por el diseño y las joyas se refleja en su esfuerzo por seguir enriqueciendo sus conocimientos con visitas constantes a ferias especializadas y viajes, donde experimenta lo mejor de distintas culturas para plasmar su visión cosmopolita y ofrecer siempre una propuesta vanguardista y auténtica en la joyería local.